Venecia

Venecia…

Qué decir de este precioso lugar al que volveríamos una y otra vez, sino que es mágico. No hay otra igual (por mucho que Ámsterdam sea la Venecia del norte). Calles de agua, edificios de colores, góndolas y lanchas en cada esquina, nada de coches… solo a pie o en bici 🚲. Vida sencilla como la de las islas del Sudeste asiático. ¡Oh, Venecia que bonita eres!, pero eso sí, repleta de turistas. Millones. Y es que esta ciudad tan hermosa, como no podía ser de otra forma, vive enteramente del turismo. Por eso podemos encontrar a pocas personas que vivan allí todo el año, la mayoría son las personas de los negocios y se dedican al turismo. En Venecia viven como residentes unas 50000 y recibe 30 millones de turistas, por eso no es de extrañar que quieran regular la entrada de estos a muchos lugares de esta pequeña ciudad con apenas 415 km cuadrados, de los que 260 km son de agua.

La primera pregunta que podemos hacernos es: ¿siendo una ciudad tan masificada de turistas, merece la pena ir a visitarla? ¡La respuesta es un rotundo SI! Es una ciudad, que, como la Meca para los musulmanes, hay que visitar al menos una vez en la vida. Yo he estado dos veces y puedo asegurar que iría de nuevo sin cansarme.

Que tiene Venecia de especial aparte de sus puentecitos y riachuelos. Los colores de las casas, la comida y el ambiente joven que acompaña a aquellas ciudades famosas por sus ERASMUS.

VENECIA EN DOS DÍAS.  

Nuestro viaje a Venecia duro apenas dos días.

En el primer día pudimos recorrernos a pie toda la isla principal. Desde nuestro hotel cerca de la estación de ferrocarril Santa Lucia hasta la plaza de San Marcos, parando para tomar un vinito y un cóctel por el camino. Nos sorprendió que muchos de los camareros y trabajadores sabían hablar algo de español y al preguntarles que cómo lo habían aprendido nos decían que el italiano de Venecia es muy parecido al español, por lo que es muy fácil aprenderlo practicando con los turistas. En este primer día fuimos un poco por libre, ya que llegamos por la tarde-noche así que decidimos dejar el turismo para el día siguiente y esa tarde dedicarnos solo a pasear, disfrutando de los rincones que encontrábamos a nuestro paso y parando para  tomar fotos.

RUTA POR LAS CALLES DE VENECIA.

DESDE LA ESTACIÓN DE SANTA LUCÍA HASTA SAN MARCOS .

Al día siguiente decidimos hacer una ruta para no perdernos nada importante. Comenzamos desde la estación ferroviaria de santa Lucía y cruzamos el Puente de la Constitución, uno de los cuatro puentes que cruzan el canal grande de Venecia, se le conoce también como puente de »Calatrava» por el nombre del arquitecto valenciano que lo diseñó, Santiago Calatrava.

Un moderno puente, con suelo de cristal que nos llevará al otro lado del canal donde encontraremos el Jardín Papadopoli (Giardino Papadopoli) y si seguimos caminando recto por las estrechas calles de venecianas, nos encontraremos con La Escuela Grande De San Rocco y la Iglesia de San Rocco. Justo al lado se situa la Iglesia De Santa María Gloriosa dei Frari. Continuamos hasta la Iglesia y el campo de San Polo, una plaza abierta bastante mona en la que paramos a tomar algo.

A continuación nos dirigimos al famoso Puente di Rialto (que por cierto, se encontraba en remodelación) y de allí pasando por la Iglesia de Crisostomo y la Iglesia de Santa Maria dei Miracoli hasta la Iglesia de los santos Giovanni y Paolo. Y continuando nuestro paseo religioso pasamos por la Iglesia de San Zaccaria antes de llegar al famoso Puente de los Suspiros, uno de los famosos puentes de Venecia, la única manera de entrar es por el palacio Ducal, pero lo mejor son las vistas desde el puente della Paglia, donde podemos ver perfectamente la función de paso que tiene entre el Palacio y las Cárceles Nuevas (consejo: sed rápidos a la hora de las fotos pues podéis encontraros en mitad de un grupo de turistas asiáticos en cuestión de segundos sin saber cómo ni cuándo han llegado hasta ahí). Este recorrido terminó, como no podía ser de otro modo, en la famosa y abarrotada plaza de San Marcos.

PLAZA DE SAN MARCOS 

En la plaza encontramos el campanario de San Marcos, imagen de miles de postales de la cuidad, con la Loggetta en la base. La Librería Sansoviana y la espectacular Torre del reloj, obra de Mauro Codussi, construida entre los años 1496 y 1599. El reloj de la torre muestra las fases de la luna, el zodiaco, las temporadas y las horas, se creo para que los marinos pudieran orientarse como estaban acostumbrados en la mar. Encima del reloj podemos ver la escena del belén con los reyes magos y un ángel que salen a adorar al niño. Un poco más arriba, el majestuoso león de San Marcos en un fondo azul estrellado, decora la torre, coronada por dos figuras de bronce, que tocan la campana cada hora y son conocidas como los «mori».  

Comer en esta plaza no es nuestra recomendación, por los precios elevados de sus restaurante, pero puedes callejear un poco para encontrar algún bonito restaurante donde tomar algo mucho mas barato. Lo que si podemos hacer en san Marcos es aprovechar para tomar un café o un helado mientras observamos su esplendor. Si miramos al otro lado del agua podremos ver la Isla de San Giorgio. No podemos irnos de san Marcos sin visitar la magnifica Basílica de san Marcos y el fabuloso Palacio Ducal.

 

La Basílica tiene varias fachadas, pero es sin duda la fachada oeste la que merece más admiración. En ella encontramos la entrada principal desde la plaza, con la escenografía que representa la resurrección, ascensión y bajada al Limbo. Si la basílica de San Marcos ya impresiona por fuera, espera a entrar dentro y admirar sus suelos llenos de mosaicos, las cúpulas y bóvedas, representando escenas de la divinidad y hechos conexos, y sus paredes donde se encuentran las historias de la Iglesia de San Marcos.

 

PASEO EN GÓNDOLA 

  

Pasear en góndola nos costó unos 90€. Pero el hombre era muy simpático y sabía español, nos fue cantando y contando anécdotas de la ciudad todo el camino. ¿Merece la pena gastarse 90€? Depende de ti, no es especialmente necesario para disfrutar de la cuidad, pero si es algo que siempre has querido y con lo que crees que no puedes irte de Venecia sin probarlo, ¡adelante! Sostenible con el medio, porque no usan gasolina y ayudas a los resistentes a seguir ganado su sueldo, mucho mejor que un paseo en lancha, y claro es algo propio y único del lugar, porque cuando piensas en Venecia siempre te viene a la mente el típico gondolero cantando en italiano a una pareja enamora.

COMIDA

¿Dónde comer? ¿en Italia? En cualquier sitio. La comida mediterránea es considerada de las mejores y más sabrosa del mundo así que adelante, prueba lugares, dependiendo de tu bolsillo cualquier sitio es válido. Eso si ten en cuenta que Venecia está hecha para los turistas, o lo que es lo mismo, es cara, bastante, por lo que no esperes una gran comida por menos de 15 o 20 euros el plato. Al menos sabes que la comida estará buena (aunque no en todos los casos). No tenemos ningún restaurante que recomendar especialmente, simplemente pierdete por las calles y elegir el que más te guste. O como el recurso que más usamos, consulta google maps o tripadvisor, son realmente útiles en estos casos.

SI TENEMOS TIEMPO… 

Además de Venecia en la laguna donde esta se encuentra tenemos varias islas, a las que, si tenemos algo de tiempo extra, merece la apena ir. Estas son Murano, Burano, Torcello y Lido. Tanto Murano como Burano se caracterizan por su casas de colores brillantes. Para llegar a las islas podéis coger, cerca de las Fondamenta Nuove, la linea de la lancha que lleva a la isla  de Burano y Murano.

Como conclusión diré que sí, dos días es suficiente para ver Venecia entera, pero si puedes quédate más tiempo, disfruta del ambiente de Venecia, tómatelo con calma, ¡descubre cada rincón y comenta si quieres añadir algo!

¡Mucha suerte con tu viaje!